That day, for no particular reason, I decided to go for a little run.
Forrest Gump
Mañana.
Los árboles con troncos anchos y nudosos y enormes hojas están de guardia en las tranquilas calles bañadas por la luz del sol. En algún lugar al final de la calle, brilla el resplandor del agua: todas las calles de esta ciudad descienden hacia el río. Durante la lluvia se convierten en desagües pluviales, torrentes del río que caen desde la cima de la colina hasta la base.
En esta clara mañana de domingo, una chica con un vestido blanco ondeando corre calle abajo hacia el río. El velo que la persigue parece espuma batida por el agua. Corre por la línea divisoria y para sus amigas, que están en la cima de la colina, parece que está tomando impulso en una pista de despegue.
- ¡Yo soy la siguiente, yo soy la siguiente, yo, yo! - discuten con impaciencia.
Si se hubieran encontrado con transeúntes, estos seguramente les habrían preguntado sobre el propósito de tal travesura, pero en la mañana de un domingo no hay transeúntes en ningún olvidado pueblo latinoamericano. Y hay tan pocos automóviles en la calzada que si se buscara un lugar en el mundo donde se pudiera correr por la carretera un domingo por la mañana, difícilmente se podría encontrar un lugar más adecuado para tales diversiones en el mapa.
